No
voy a darme un tiro
en
la cabeza, y no voy a darme un tiro
por
la espalda, y no voy a colgarme
con
una bolsa de basura, y de hacerlo,
te
prometo, no voy a hacerlo
esposado
en una patrulla de policía
o
en la celda de algún pueblo
que
sólo conozco de oídas
porque
debo manejar por ahí
para
llegar a casa. Sí, puedo estar en peligro,
pero
te prometo, confío que los gusanos
y
las hormigas y las cucarachas
que
viven bajo las duelas
de
mi casa van a hacer lo que deben
con
mi pellejo más de lo que confío
en
un oficial de la ley mundana
para
cerrar mis ojos como un hombre
de
Dios haría, o para cubrirme con una sábana
tan
limpia que mi madre pudo haber usado
para
cobijarme. Cuando me mate, me voy a matar
como
hacen la mayoría de los estadunidenses,
lo
prometo: con humo de cigarro
o
asfixiado con un trozo de carne
o
congelado en la miseria
en
uno de esos inviernos que seguimos
llamando
el peor. Te prometo que si escuchas
que
morí en algún lugar cerca
de
un policía, ese policía me mató. Me alejó
de
entre nosotros y dejó mi cuerpo, que es,
no
importa qué nos hayan dicho,
mayor
que la compensación que la ciudad puede
pagar
a una madre para que deje de llorar, y más
hermoso
que la bala nuevecita
pescada
de entre los pliegues de mis sesos.
sacuden con sus huellas
ResponderEliminarlas palpitaciones nómadas
de oxímorons artificales
chapotean en la línea acústica
del mar visto desde alguien que lo con ojos vidriosos
como quien espera
rompiendo la tierra
al evocar el sueño de una generación
rompiendo las cadenas de refugiados
rompiendo las cadenas de la sumisión
abriendo con los dedos el tiempo
la luna nos suelta
en la oscuridad absoluta de una historia
a toda velocidad yendo hacia atrás
viajando con la flecha que vuelve al arco de nuestro
espíritu de hombre de la tierra
vemos la lenta silueta de la máquina de metal retrocediendo
las vibraciones del terremoto aún se sienten
bajo piel de fuego, me dice A
huída nocturna
huída refugio
huída veneno esquizoide
el grito sigue despierto allá fuera
con la gente
con miles de personas despertando
( /disintiendo/ )
viviendo radicalmente con la esperanza del pueblo : la sombra
que desangró al migrante se destruye
la bomba atómica que sucede una & otra vez el hueco vacío de sus manos
la lluvia salvaje cae suicida
-a la manera prehistórica de los maremotos
en los subsuelos mentales
huellas en las cabezas nómades-
será un vacuo recuerdo
una pesadilla sin nombre
con la conciencia viva de la experiencia
asumir el cuerpo político que la memoria reclama