domingo, 8 de noviembre de 2009

La guerra que viene está aquí, de Rogelio Guedea

El único imperialismo a combatir, aquí desde adentro, es el Estado mexicano. No hay otro. Mientras no se sanee corrupción, autoritarismo y represión, no podremos ni siquiera pensar en luchar contra cualquier otro imperialismo, que ningún otro tiene la culpa de que seamos incapaces de organizarnos, planear y reinar, como ellos. Todos los que han intentado combatir el Imperialismo han terminado, vaya paradoja, en dictadores o –si bien les fue- en mártires. Mártires cuya imagen se vende en ferias y circos, ahora, nomás. No: el enemigo del bienestar social mexicano tiene un solo nombre y lo saben bien los capos del narcotráfico: es el Estado. Hartos de tanta desvergüenza, y “teniendo con qué”, los narcotraficantes han decidido (ya lo hemos visto) no sólo hacerse venganza por su propia mano sino también, de paso, vengar al pueblo apaleado y ninguneado que es México. Sólo falta que maten al presidente para ver si ya entendemos que lo que estamos viviendo y celebraremos en 2010 es una segunda revolución. Los capos que no han sido santificados por el pueblo, como Jesús Malverde, tienen, por lo menos, el rostro de Pancho Villa o Emiliano Zapata, narcocorridos y narconovelas aparte. Si así los ven “los de abajo”, ¿por qué “los de arriba” se hacen los desentendidos? Repitamos, pues: nuestro Sistema no funciona ya (y está desenchufado de toda realidad) porque ha perdido lógica y sentido común, y la sociedad civil vive tan resignada a la ilógica y al sinsentido del gobierno mexicano que toda lógica y sentido común le resulta un espejismo. Hasta la Cultura oficial, a la que quisiéramos incorruptible, ya no sólo es autoritaria sino sorda y ciega. Las cosas más simples (sacar una licencia, pedir un taxi, solicitar una rectificación de acta de nacimiento, comprar un lápiz, pedir permiso para entrar al baño) se vuelven, aquí, un escollo. Y lo peor: el Sistema lo sabe. Su filosofía es: no le hagas caso a ese pendejo, déjalo que se canse. ¿Cuántos son los hastiados? ¿Cuántos los que estamos a punto de hastiarnos? ¿Cuántos los que ya ni lo uno ni lo otro? Esta breve nota está condenada también a perderse en el tsunami de protestas que cada día aparecen en los periódicos o revistas y, cada día, poco antes del anochecer, agonizan en un bote de basura o en una bandeja de correos no deseados. Y el Sistema lo sabe. Su filosofía es, otra vez: no le hagas caso a ese pendejo, déjalo que se canse. Y, aunque a veces lo consigue, yo sólo espero que esta mano (y otras nuevas que vengan) no se cansen. Que no se cansen. http://www.rogelioguedea.com/blog/personal/la-guerra-que-viene-esta-aqui/

1 comentario :

  1. PARECE QUE EL 'CICLO CENTENARIO' NO ESTA TAN LEJOS DE SER UNA REALIDAD Y, LA BRUTALIDAD Y VIOLENCIA CON QUE SE ENCAREN LOS PROXIMOS CONTRINCANTES DEPENDERA DE QUE TAN DOCILES SEAN LAS PARTES QUE CEDAN ANTE EL AUTORITARISMO DEL NARCO VENCEDOR

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