viernes, 17 de agosto de 2012

La máquina del tiempo

, Uno puede tener todas las reservas que quiera respecto a las nociones populares de resurrección, regresiones a vidas pasadas, reciclaje de energías, etc. --reservas que, sin embargo, no puede tomarse con igual libertad frente al cambio. Desde cierto punto de vista (oh, Zenón), la continuidad de la vida hacia otras vidas --entendiendo "vida" únicamente como conciencia-- es mucho más verosímil que la continuidad de una vida dentro de esa misma vida. En otras palabras, es más fácil creer en la reencarnación que en la vida. Podemos crear una técnica para hacernos creer que nos vemos a nosotros mismos en una encarnación previa (¿o futura?), pero ¿quién inventará la técnica para permitirnos ver nuestra vida en el mismo momento en que vamos de nosotros hacia nosotros mismos?

, Aunque nuestras psicologías y ciencias tengan alguna noción sobre cómo opera la mente, uno se topa tarde o temprano con que todo lo que "sabemos" del aparato psíquico en realidad es una hipótesis de trabajo. Hace 200 años los "científicos" sangraban a la gente para curarla, y no hace ni 20 años se creía que Plutón era un planeta. Lo que se "avanza" como humanidad en cualquier campo --es decir, el hecho de poner a disposición de los demás una idea, concepto, noción, valor, técnica, etc.-- es sólo un paso en la medida de nuestra ignorancia. La luna fue un pequeño paso para Neil Armstrong, un paso considerable para la ingeniería aeroespacial, pero apenas un hecho anodino para la vida en el universo. Las cosas son importantes porque creemos que son importantes. Nada es de suyo importante. La humanidad es una hipótesis de trabajo.

, Tener un blog para mí ha sido construir una suerte de pensamiento falible frente a los ojos de quien quiera  verlo; un blog es una disposición de ser hallado in fraganti haciendo algo que no se sabe hacer. El lector de blogs se parece al automovilista en cuanto al derecho sobre el paisaje, bajar la ventanilla para ver mejor la sangre sobre el pavimento después de un choque de autos. Si la imagen ofende las conciencias susceptibles, digamos que un blog puede compararse también a un programa de cocina: uno toma ciertos ingredientes, los mezcla y los ofrece a un comensal-lector desconocido. A diferencia de la cocina, en la escritura de blogs no existe desfase entre elaboración y consumo, entre redacción, edición y publicación; todo se desarrolla en un mismo movimiento. Este año, pues, he sido un muy mal cocinero: me he guardado todos mis errores y platos quemados para mí mismo. Nadie ve los cadáveres pudrirse en las carreteras de Tebas.


, Secretamente, la conciencia se persuade de que el único acontecimiento del universo ha sido ella misma.


, Si nada puede ser ajeno al Tao, de cierto modo, el Tao es la expresión y la consideración del Tao sobre y hacia sí mismo. No hay seres, en ese sentido, sino sólo el ser, reiterándose. Pienso en la discusión que aborda John Cage respecto a la estructura de variación y repetición según Schönberg: la variación es sólo una forma desfasada de reiteración: el objeto variado deja la huella de sí mismo como huella: la música sigue pareciendo (horror) música. El objeto ocurre porque lo pensamos. Pero si el hombre es habitante de la creación, el ser creaturas nos hace también creaciones. Por eso digo que no hay variación sustancial entre un libro, un hombre y un Boeing 747. Hay repetición del todo en el todo: algún día veremos que cada cosa contiene de manera fractal la posibilidad del universo. Cada cosa es el universo reiterándose.

, Voy de mí hacia mí mismo. Pero hay suficiente espacio para todo lo demás.

, Salomón revisited: Buenas noticias de los amigos. Malas noticias de los amigos. Alegrarse con unos, empatizar con el dolor de los otros. Y cuando pase el tiempo de todos los méritos, de todas las humillaciones, de toda la ganancia y toda la pérdida, de lo que desaparece y de lo que se conserva, la vida habrá sido alegrarse a veces, estar triste a veces, y el camino correcto para saber distinguir el momento para una y otra.

, Me gusta sobre todo escribir en mi blog porque me evita la pena de tener expectativas sobre el futuro de mis escritos. Se aprende pronto que hay celebridades que no valen los 15 minutos en que están construidas y olvidos que no son sino cápsulas de tiempo esperando su regeneración (hola, don Luis, hola, Tario), su eclosión. Sobre la expectativa, un blog es como un libro impreso que saliera de fábrica ya con polvo, apolillado, y listo para ocupar un cajón a perpetuidad en esos cementerios que a veces son las bibliotecas. En cierto sentido, lo escrito en un blog nace muerto.

Lo escrito en un blog no puede vivir, sólo puede resucitar. Pasa de la inexistencia a la resurrección: mientras existe, se desvanece, pero puede nunca terminar de desvanecerse. En esa dialéctica resurrección-desaparición es que se presenta la escritura que más me interesa. Sé que esto que escribo será la última vez que lo escriba: que no habrá correcciones, enmiendas, arreglos ni nada. Que este pedazo de escritura ocurre en su forma final. Que nace muerto. Que surge ya olvidado. Y no puedo decir que me dé tristeza: me permite seguir escribiendo. Si uno se pasara la vida cimentando su endeble mérito y leyenda, ¿a qué hora se pondría a escribir?

*

Mi cuerpo es la máquina del tiempo:
me permite viajar de este instante
hacia este instante.

*

, Probablemente me quede encerrado toda mi vida en la idea de que toda la construcción y participación de un individuo en su propia realidad depende enteramente del funcionamiento y condicionamiento de su propio aparato psíquico (de esa cosa con alas que los antiguos llamaban alma); pero me abriré de vez en cuando a jugar con una idea, con una idea divertida e interesante: una vez que todo el trabajo haya sido realizado, que no queden pendientes por resolver, mails por contestar, cuentas que pagar, una vez que A. esté dormida, que el gato haga lo que sea que hacen los gatos cuando uno no los ve, digo, una vez que todo esté despachado, me permitiré jugar con la subversiva idea de que no estoy absolutamente solo en el universo, y de que, de hecho, toda la construcción de mi realidad no depende de mí. Me permitiré pensar --qué locura--, en que hay cosas que no entiendo, y el misterio tendrá también su lugar, lo que no podemos entender o explicar, sino sólo testimoniar. Me abriré a la idea de que si bien soy responsable de mi visión de mundo, no soy la causa de ella. Puede que sea divertido.

*

Tu cuerpo es una máquina del tiempo:
transforma el llano tiempo
en acontecimiento.

*

, No tengo nada de lo que se supone que uno debería tener para ser feliz: ni mucho dinero, ni conexiones con el poder, ni una función completamente clara en la sociedad. Pero en estos días caché que tengo una familia, que contra todo pronóstico sigue ahí; una chica que en su enorme sabiduría me escucha dudar en voz alta a todas horas y luego me abraza; tengo un montón de amigos a los que no veo casi nunca y, pese a ello, permanecen también. Tengo, sobre todo, la posibilidad de hacer uso del alfabeto, que ha sido la tecnología más relevante de mi vida. Tengo casi 27 años y sé que voy a morir, y no tengo miedo. La máquina del tiempo que me lleva de mi piel hacia mi piel, de mi mente hacia mi mente, de mí mismo hacia el mundo, un día se va a detener y todo será como si nada hubiera sido nunca. El olvido será la última aventura, pero la sala de espera es un lugar fascinante.

, Lo invisible es indispensable.



1 comentario :

  1. Si la escritura en su blog nace muerta, ir constantemente a los velorios me ha abierto instantes entrañables de lucidez. Esta entrada me aguó los ojos, Javier Raya. Le abrazo.

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