miércoles, 5 de junio de 2013

No es para tanto

Tal vez no queremos justicia, sino una alternativa más o menos viable a la frivolidad. Un entretenimiento que pueda mantenernos en suspenso, interesados, pero no demasiado involucrados. Responsabilizados es una palabra demasiado fuerte. No es que nadie tenga nada contra el existencialismo, monsieur Sartre, pero gremialmente la sociedad acuerda a cada minuto que no es para tanto.

Se ve que somos exagerados. La tecnología nos volvió espectadores de nosotros mismos y ahora nos dedicamos a parodiar comportamientos. Tenemos el armario lleno de clichés. Todos tienen un armario, al menos dos --uno para esconderse del otro. Cosa de sacar lo primero que se encuentre y disfrazarse de uno mismo. De la versión del uno-mismo que se desee, claro, o bien que se permita a expensas del azar. Quién no tiene importancia.

Los géneros son recursos; los hombres son mujeres biónicas; los libros son performance; la arquitectura es efímera; el idioma es el lenguaje. Romper una definición crea un nuevo recodo del laberinto. ¿Hoy toca disfrazarnos del monstruoso Teseo o del niño astado, Minotauro? ¿Por qué no hacemos un crowdsourcing para decidirlo? De todas formas no tendría sentido ser el único árbol que cae en el bosque cuando nadie lo está tuiteando. Pero no quisiera sonar ni apocalíptico ni mucho menos. Hicimos un pésimo papel en el findelmundo pasado. Teníamos todas las condiciones a nuestro favor pero nos faltó empuje. Es decir, nos faltó algo a nivel de apoyo. Estamos viendo qué es. Propondremos aumentar el importe de las becas del próximo año.

Tal vez se trate de cierta forma perversa de lidiar con la conciencia del derrumbe. Turistas del vértigo, abrazamos la imagen del asfalto, la volvemos permanente en la memoria, como si hubiera existido siempre, la volvemos contemporánea de la eternidad y justo en el momento en que nos da la gravedad por aludidos el condicionamiento se activa y permite olvidar. Pedir confesión, por ejemplo. Recordar todas las causas a las que se apoyó con un Like o un RT. Todos los niños del África Subsahariana que nombraron a sus descendientes en honor a su benefactor, @pakit_perez666. Y que para alguien fuimos la persona más importante del mundo.

Si algo nos importara de verdad tendríamos miedo de morir. Verdadero miedo y no este simulacro, este capítulo del condicionamiento, esta incluso cortesía o deferencia que tenemos al decirnos "cuídate" cuando nos despedimos. Es brutal allá afuera. Hay gente matándose (no importa cuando leas esto) por razones científicas. La guerra no es tan grave. Recuérdese (¿lo dijo Tocqueville, Sun Tzu, Churchill?) que la guerra no es sino la política por otros medios. Es muy parecido a la tan mentada interdisciplinariedad, pero de otra forma. Más vale que se vayan acostumbrando. Lanier ha dicho que esta generación definirá el curso del Internet de los próximos 1,000 años. Sus fotos de Instagram estarán en un museo, banda. Hablarán de las eras analógica, digital y prostética como nosotros hablamos del protozoico, del mesozoico y del paleozoico. Somos fósiles andantes. Estamos a punto de extinguirnos y nos administramos un coctel de mezcal y Game of Thrones sólo para no pensar en ello. De cualquier modo pensar está sobrevalorado.

Probablemente alguien esté inventando en estos momentos una app para eso.

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1 comentario :

  1. Maravillosa lectura me acabo de regalar, auspiciada por @javier_raya un autentico chingón.

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