viernes, 26 de marzo de 2010

Saul Bellow y la dificultad


Y así, debemos preguntarnos por qué la música es tan perpetuamente fértil, nueva, ingeniosa, inagotable; por qué es capaz de decirnos muchas cosas más que los otros lenguajes y por qué se nos da con esa facilidad, con tanta soltura, tan gratuitamente. Porque no es fruto del esfuerzo. Nos hace ver que hay cosas que deben hacerse sin dificultad. Fácilmente o nada: esa es la verdad del arte. La concentración sin esfuerzo, eso es lo esencial. La voluntad y el deseo se silencian (como tantos místicos han comprendido*) y el trabajo se convierte en juego.
Saul Bellow, "Mozart: una obertura"; en Todo cuenta. De Bolsillo. pp. 27-8.

* Cfr. "música callada", "un no sé qué que queda balbuciendo", San Juan de la Cruz, Cántico espiritual. (La nota es mía.)

Crédito de la imagen.

1 comentario :

mis tres lectores opinan: