viernes, 16 de abril de 2010

Mudanza


 Lapas

, Dato: en la preparatoria tuve un lapsus en que me enamoré de la biología marina. El Carcharodon carcharias era mi obsesión: soñaba tiburones. Mi primera frustración académica fue la cancelación del viaje de investigación programado a las costas de Baja California Sur, donde ayudaría a realizar un reporte de los hábitos del pez y su impacto sobre la población. Una de tantas vocaciones abortadas, o por lo menos, postergadas (sé que estudiaré mineralogía, incluso, en algún momento). 

Pero el recuerdo más grato de mi amor fugaz por la biología del tiburón blanco fue aprender que, si éste deja de nadar, por ejemplo, cuando sus aletas son arrancadas en una pelea con otro tiburón, se ahoga: el tiburón vive a condición de moverse. Quedarse en un sólo lugar los ahogaría; los tiburones sueñan en movimiento.

, No son infinitos los lugares en que he dormido desde que llegué a la ciudad, pero ciertamente  son muchos. Sofás en su mayoría, lo que no tiene nada de romántico (ya no digamos cómodo). Sórdidas habitaciones de hotel; otras, con servicio a cuarto 24 horas. Algunas familias hospitalarias me han abierto su casa, terriblemente arrepentidas al poco tiempo. No soy un inquilino terrible, más bien soy un inquilino flotante. Y la falta de certeza con respecto a mis comportamientos y hábitos de entrada y salida suele provocar estragos y no pocas fricciones.

, Pero esto no podía seguir así. KT, probablemente la persona más inteligente que conozco (la de mejor gusto en todo, eso seguro) me hizo algunas preguntas certeras después de un delicioso desayuno de medio día --y sí, los lumpen también bruncheamos. "Búscate un cuarto que sea tuyo, como dice Virginia..."

Si fuera una escritora inglesa de principios del xx, sólo me faltarían las 500 libras de renta para ser feliz: el cuarto me encontró al tercer día.

, ¿Qué se muda cuando uno se muda? Se vacían los cajones, se encuentran los libros que se creían prestados o perdidos, se hace recuento de cosas inútiles. Danza callada de los objetos que nos siguen, como lapas sobre las aletas. Y de las personas que se quedan donde ya no seremos bienvenidos.

, Si mudanza es cambiar de posición en el mundo, a cada mudanza cambiamos de mundo.

, Secreta gloria adolescente: pensar que nadie nos comprende. Secreta gloria adulta: pensar que todos nos comprenden. 

El misterio de la madurez debe ser que no hay misterio: se da el salto en el vacío y las posibilidades se reducen a la caída o al vuelo. Ninguna importa, el salto importa. Y si lo anterior es incorrecto, sigo en la deriva. Respirando, eso sí, hasta nuevo aviso.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

mis tres lectores opinan: