Nadie se
cura de nada.
Nada se
cura de nunca, la vena
abierta se
derrama para siempre
sobre la
misma copa de cochambre.
Las
sirenas de policía
entonan
un himno nacional
de alaridos.
Los escombros
de la
ciudad son su semilla.
Es dura
la cáscara de la desproporción.
Lo
consideraron una broma
de mal
gusto y nada más.
Algo que
dicen los borrachos
o los
enamorados cuando creen
que no
los aman. Nadie pensó
que se
lo tomarían tan en serio
y henos
aquí. Comedia, drama
y
rocanrol incluidos en el mismo
costo
del boleto para el fin
de los
tiempos, dos funciones
diarias,
pregunte en la taquilla.
La hoja
de visitas
está
llena de dibujos obscenos.
Nadie se
cura de nadie,
el
primer amor y la primera
gripe
siguen instalados
en el
cuerpo siempre. Nadie
se cura
de nunca. Tus ojos
de lija
recorren las puntadas
del
huracán que me extirparon.
En mis
ojos
hay habitaciones vacías
y no se sirven más desayunos.