no es generoso, o es generoso
a condición de que ponga término
a su generosidad
rápidamente.
Frugal: parco
en el comer o beber, manifestación
de suficiencia. También en la pobreza
hay soberbia, me digo.
Frugal: parco,
de moderado a insuficiente.
El amor ha de ser frugal,
el desayuno (pan tostado
con margarina y mermelada
de manzana, desayuno emes,
la eme del tostador echa los panes
bronceados) y la vida
frugal. "Sobrio,
templado y moderado",
leo en Larráe, yo
que siempre he sido
o desde que recuerdo,
volátil, alcohólico, excesivo.
Tengo temperamento
de bomba molotov.
Frugal en el tiempo: un sobre
de comida a cada gata por la mañana,
hacer la coreografía del desayuno,
agente de SWAT con precisión
de un Baryshnikov a medio despertar;
los panes se tuestan, el café
ya está tostado y molido (¿será
que hay que tostar frugalmente,
es decir, moderadamente, para
retirar lo superficial, para
acceder a la primera corteza,
a lo que está escondido frugalmente
en lo superficial, la primera profundidad
que todavía no mata,
que todavía no es submarino,
pelicano remojándose
las barbas?) frugal
para limpiar el cuerpo,
frugal para limpiar el pensamiento
de los fantasmas del sueño
con las primeras palabras del día
como lámparas.
El sueño me recobró dos palabras:
ἀρχή, la primera. La causa primera, creo,
pero alguna relación tenía con los héroes,
me digo:
piensa, acuérdate. Blank.
Vi a mi profesor de retórica
cuando salí de la oficina
a media noche, hora
poco apta para abordar a alguien
cuya cátedra abandonamos.
Bush nos habló de ἀρχή
y nos habló de άμαρτία.
Este lo recuerdo bien: es el error
irreparable
cometido por imprudencia o destino
el error sagrado, de ahí el tufillo
trágico. Ayer D. me escribió
sobre Aquiles (nos citamos
en medio de la Ilíada
como en medio
de un parque público):
la cobardía vuelve la inmortalidad
imposible; ¿será frugal
el coraje del héroe? ¿Será
lo necesario, pero no más
por no incurrir en ὕϐρις,
en el exceso del desear?
Le contesté con una mala traducción:
nada de convenios:
los leones no hacen pacto
con los hombres. No, Héctor,
nada de treguas, repartir
frugalmente
un puño de polvo
sobre el cuerpo
de cada hombre.
El sueño me dio (frugal)
dos palabras: arché
y hamartía
como restos de un naufragio.
Hay otros a los que el sueño
no les da nada.
Hay otros
a los que habrá
despojado de todo.
La mañana da pájaros frugales:
ni todos ni uno,
los necesarios
para que amanezca,
para que la escenografía
de la mañana
se despliegue. De acuerdo,
nos creemos el amanecer,
esa peli ya la vimos,
Aurora.
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