Texto leído in absentia durante la Feria Internacional del Libro de Minería el 5 de marzo del 2017 en la Ciudad de México.
***
¿Por qué se me viene a la mente la palabra “canon” al pensar
en la colección de poesía Limón Partido? ¿“Canon” en qué sentido? ¿Uno por uno
o en todos o en cada uno? ¿Canon como aquel conjunto más o menos ideal e
idealizado que se define por su ejemplaridad?
¿Canon como una colección de diapositivas que dan cuenta de un
periodo histórico dentro de la poesía latinoamericana? ¿Se puede hablar de un
canon no-canónico? ¿De un canon anticanónico? ¿De un anti-canon?
¿Se trata de un Canon de instantáneas, de postales
fotográficas, como la marca de cámaras y equipos fotográficos Canon? ¿O se
trata del canon en su acepción musical, como “pieza o sección de una
composición musical de carácter contrapuntístico basada en la imitación entre
dos o más voces separadas por un intervalo temporal” (Wikipedia), en donde una
melodía se confronta con sus variaciones, encontrando ecos inesperados y en no
pocos casos, tautologías y repeticiones?
¿Llegaríamos a alguna parte a través de un ejercicio de
sociología literaria, tratando de derivar algunas consecuencias acerca de las
condiciones de producción y el contenido de la colección Limón Partido, vista
desde el final, como un conjunto cerrado? ¿De la proporción entre hombres y
mujeres, del porcentaje de mexicanos o chilenos o uruguayos versus la de
guatemaltecos o paraguayos o cubanos? ¿Hablaremos de su franco bolivarismo? ¿De
su utopismo posnacional? ¿La podemos pensar como un gran libro en donde cada
poemario particular es un capítulo, como quería Roberto Calasso a propósito de
la editorial Adelphi?
¿Podemos pensar el Limón Partido como un abrazo que yo te
pido, y entre copla y
copla el limón se exprime y se agota? ¿Si la vida nos da
limones partidos habremos de hacer poemas? ¿Si la vida nos da limones partidos
sembraremos sus semillas en lo poroso del canon? ¿Trataremos al canon literario
como una piel, un enorme órgano sensorial y permeable, una tierra fértil?
¿Partir en la tierra un surco, un verso? ¿O fabricarle, por el contrario, una
porosidad a lo impenetrable del canon —una prótesis tal vez, un pequeño campo,
un canal de irrigación, un narco túnel literario para pasar de contrabando dos
o tres palabras pertinentes? ¿Dos o tres libros o dos o tres nombres?
¿Enraizados en dónde?
No hay comentarios :
Publicar un comentario
mis tres lectores opinan: