1.
Luego de
habitar en mí, conmigo,
durante un
tiempo acaso innecesariamente largo,
puedo decir
que he pasado más tiempo
con César
Vallejo que con la mayoría
de las
personas que conforman mi círculo
cercano: mi
cubo más cercano, en cambio,
es un
filamento terrestre, última, pulida
hoja del
libro de mi esqueleto
con vistas
a la ciudad,
un cuarto
sin entero, una parte sin el todo,
que dijera
el cholo viejo, el mayor
de los
tristes, el más triste de los hombres
en un día
sin dios y sin diablo,
como cuando
nací, del que no
vale la
pena ni acordarse.
3.
De una
parte a este todo me ha dado por decir
que soy un mago:
por vivir
como quien mete
la mano en el hueco
de la Nada
y extrae sencillamente un conejo,
mis años
perdidos en perseguir a las rotundas,
en
transformar a las hermosas en bibliografía,
en adivinar
siempre el As errado,
recibiendo
únicamente naipes en el piso
a modo de
correspondencia.
7.
Marcas de
mosquito tengo también
en las
paredes: dan cuenta de mi oficio furibundo
de por las
noches odiar a secas, odiar,
para
ponerme a odiar algo
que no me
ponga la otra mejilla, para destruir
la ingeniería
minuciosa del zumbido,
para mi
gloriosamente sangre derramar en un aplauso:
hipodérmicas
aladas del mosquito hipócrita,
mi
semejante, el único entre los seres
a quien
considero mi hermano de sangre.
10.
Si tengo
plata en el bolsillo se me quema.
No pasan
dos, tres días sin que los panes
se hagan
duros en la cesta, sin que el agua
se llene de
pelambre, sin que el tabaco
se
desenrolle bajo la lluvia. Sobre todo
me define
un paraguas
que siempre
dejo olvidado en una banca.
11.
A últimas
fechas le ha dado a un ratón
por venir a
acostarse entre mi ropa
sucia.
Lo dejo
hacer sin más: no me molesta.
A veces
corre, se agazapa aterrado,
ombligo a
tierra, todo él pulmón
peludo,
fuelle bajo el jacal
que uso como
mesita de noche.
Me habrá
llenado ya de mierda
los
bolsillos de todos los pantalones sucios,
o parido
una estirpe de ratas
en la
oscuridad de mi departamento.
Lo dejo
hacer, creo
que ya lo
he dicho: no me molesta.
12.
Antes de
que se me olvide, oh fantasmas,
estoy a punto
de mudarme nuevamente.
No manden
ya sus naipes aquí: los abrirá
mi sombra y
no escribirá respuesta
porque mi
sombra no escribe: canta,
que es el
modo de rezar de las sombras.
17.
Le he agarrado
el gusto a lo fársico
y a lo
délfico, y cobijado por un cuerpo
de mujer
cansada —a qué mentiros—
más de una
vez me sentí feliz.
Celebro su vida y que esta siga en abundancia. Costalito de abrazos.
ResponderEliminarGracias por ser parte de lo necesario de la vida. Todos los abrazos.
Eliminar